Carta del capitán.

“Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también”.



(Walt Whitman)



Anclado en el profundo e infinito astillero de los sueños, este irrisorio capitán, viejo zorro, explorador de los cuatro mares de las lejanías, ha decidido armar un velero cuya proa, hecha con el caparazón más fino y resistente de los caracoles oceánicos, romperá jubilosamente las más fieras olas, sin importar la complejidad de su tamaño; Su mirada de nostalgia recorrerá las cuatro direcciones del olvido y en el horizonte ínfimo de las utopías escribirá en la pizarra del silencio con letras de humo y picadura, una bitácora eterna que resplandecerá en las noches de los navegantes, como una estrella polar, faro luminoso de los soñadores, que en las nostalgias insondables de sus marineros perpetuaran como un secreto eterno las mas entrañables de las alegrías.



Este velero de los delirios con mastíl de alas de mariposa, estará tripulado por seis valientes cadetes, por su cubierta deambularan como elfos del mar, bañados con el perfume silencioso de las brisas transatlánticas, envueltos en trajes de navegantes eternos, guiados por la brújula de la quimera en busca del horizonte maravilloso en el que anclaran las mas pulcras y reales de las embarcaciones, para materializar en un momento sublime sus mas bellas y aferradas fantasías, el antiguo puerto de Calamar será su único rumbo, su único destino, su mas aferrado horizonte.



Buen viento y buena mar.



Firma: Nemo el capitán



Conexión Bicentenario 200 Años de tecnología.

RECOLECCION DE FUENTES PRIMARIAS. Los cadetes del velero de los sueños al mando del capitán Nemo osaron desafiar la línea del tiempo y en un viaje maravilloso a través de los años lograron desempolvar del archivo general una serie de documentos que celosamente reposan en este extraordinario puerto de la sabiduría, al abrir el cofre del tiempo se encontraron con una ráfaga interminable de manuscritos y folios tomando como base del trabajo la sección del fondo anexo dedicado especialmente al fondo de guerra y marina de allí se extraen los siguientes documentos:

“Parte sobre el combate Naval del 10 de Septiembre de 1813 entre las fuerzas del rey y los revolucionarios de Cartagena”. Folio 133 a 440.





De este texto se extrae una querella impuesta por la Señora María Núñez, quien interfiere ante el Sargento Severino García comandante del batallón de Pardos, exigiendo el pago de una indemnización por la muerte de su esposos, el señor Diego Núñez, en un combate naval en contra de las fuerzas del rey. La doña manifiesta estar pasando penurias económicas en compañía de sus hijos y exige el pago de su pensión para poder mantenerlos ya que según ella con la muerte de su esposo a quedado en la completa miseria. Este largo litigio solo logro resolverse en Junio de 1819 cuando se reconocen los derechos y se obliga a pagar su la suma de 4500 reales por indemnización.

FOLIO DE IMPUESTOS DE LA REAL CARGA DE ADUANAS.


En este documento se encuentra información bastante valiosa sobre los costos que debían pagar comerciantes y marineros por las guías que entraban y salían del puerto de Cartagena, desde alimentos, oro, plata, esclavos y muchos otros artilugios que entraban y salían de nuestro principal puerto sobre el mar caribe.


Como por ejemplo el cargo de 7 reales que pago el señor Hermenegildo María Sánchez al señor Antonio López por el derecho de carga de 3 guías libradas por la aduana de Cartagena de acuerdo a la ley expedida el 1 de mayo de 1826.





Que experiencia maravillosa esta de encontrar en el pasado acontecimientos que sirven para reconstruir nuestro presente.